Ubicada en las alturas de la Ciudad del Sol, esta encantadora residencia es más que un hogar: es un refugio natural donde los sonidos del campo y el aire fresco forman parte del día a día. Cada amanecer es un deleite: el canto de los pájaros te despierta suavemente mientras la brisa de la montaña acaricia los árboles y trae consigo el aroma de la tierra húmeda. La propiedad, rodeada de vegetación y árboles majestuosos, cuenta con terreno inclinado que ofrece vistas abiertas y espacios ideales para fogatas, picnics o simplemente disfrutar del silencio natural. A solo minutos está la reconocida Playa de Luquillo y los famosos Kioscos, donde la cocina tradicional boricua encanta a locales y turistas. Cerca también se encuentra El Yunque, el bosque tropical más visitado del Caribe, perfecto para explorar ríos, cascadas y senderos. Para aventuras en tierra firme, la Hacienda Carabalí ofrece paseos a caballo y rutas en 4x4. La planta baja de la casa tiene potencial para convertirse en un apartamento acristalado con vista directa a la naturaleza. La residencia cuenta con 2 habitaciones, baño remodelado, cocina funcional con vistas, sala y comedor amueblados, lavandería y espacio de estacionamiento. Los techos altos y la ventilación cruzada mantienen la frescura todo el año. Ideal para quienes buscan paz, naturaleza y una vida auténtica en el este de Puerto Rico.